Tu primer EP, Shake it!, se puede escuchar en internet, pero ¿también habéis sacado copias en CD?
Sí, claro, por lo menos para mi abuela y mis padres (risas). Todavía hay gente que escucha música en CD. La verdad es que no tengo reproductor de CD, todavía tengo vinilos… Soy un poquito awkward. Lo venderemos en los conciertos. Bueno, primero, a ver si vendemos entradas (risas).
¿Por qué has grabado solo cuatro canciones?
Porque es para probar. Lo ha producido mi amigo Martín Vial, el cantante de El Hombre Rana, el grupo con el que compartiremos la gira. Cuando grabamos el disco yo ya estaba tocando con Iñaki García (The Beat Doctor, el batería de The Spangles) y, cuando nos metimos en el estudio, trabajamos con Marcel Beltrán (The Marvel, teclista y coros). Luego conocimos a David Lancho (The Red Ninja, el Spangle guitarrista). Así que The Spangles se formaron después de grabar el EP. Tengo muchas ganas de grabar el resto de las canciones que tengo con ellos.
¿Y por qué has elegido esas cuatro?
Está Museo del jamón porque quería grabar algo en español. Sorry es una de las primeras canciones que escribí, muy acústica. I love you la escribí para mis padres y ellos querían escucharla bien grabada. Y Shake it! refleja la alegría que tenemos. Estuve mucho tiempo eligiendo y las canciones han cambiado mucho gracias a Martín, que es un hombre muy paciente y muy talentoso. Pero tenemos más canciones: Pirates, que es muy atmosférica; dos más en español; una nueva que se llama Gin de semana…
¿Cómo estáis promocionando el disco?
Mucho por las redes sociales, aunque odio estar todo el rato con el móvil, pero así funciona. La promoción se la dejo a mi manager. Para mí lo más importante es hacer música en vivo y que la gente escuche buenas cosas sobre los conciertos y quiera venir. Queremos hacer buenos shows, bailar, pasarlo bien. Tengo mucha suerte porque a los Spangles les encanta disfrazarse (risas). A ver qué pasa, tengo muchas ganas de que empiece la gira.
Así que, si hubieras encontrado músicos a los que no les gusta disfrazarse, ¿no habrían podido ser Spangles por muy buenos que fueran?
No, creo que no funcionaría. Seguro que tampoco querrían tocar conmigo. Para mí, disfrazarse forma parte de estar en un escenario.
¿Cómo van a ser los conciertos?
¡Es sorpresa! Muy divertidos, más para nosotros (risas). Quiero un show.
¿Crees que, ahora mismo, se puede vivir de la música?
No lo sé. Me encantaría. Me encantaría que me pagaran por escribir canciones, ganar dinero para poder seguir también trabajando para los niños. Sería un lujo, pero lo veo muy difícil, especialmente hoy en día.
¿Has escrito alguna vez canciones para otros?
No.
¿Ni para tu hermano? ¿Nunca te ha pedido ayuda?
No, le cobraría mucho dinero (risas). De niños escribimos muchas cosas juntos, pero no.
Ya que hablamos de él, ¿te beneficia o te perjudica ser hermana de Pete Doherty?
En un nivel familiar y sentimental, es un hermano fabuloso, tengo mucha suerte. Le quiero mucho, es mi hermano pequeño, y tenemos una buena relación. Desde el punto de vista de que es una estrella del rock, ha habido momentos muy complicados para nuestra familia, a veces ha sido una pesadilla pura y dura.
Para mí, como música, supone que hay gente que tiene curiosidad por conocerme, lo que está bien, pero otras personas tienen prejuicios y hacen comparaciones, pero no hay comparación. Somos muy diferentes y la música es muy diferente. Al principio, cuando formé The Ezra Beats, ni quería hablar de él, podría haber ganado tanto dinero… Pero yo no quería saber nada, no quería ser “la hermana de”, ni hablar con los periódicos. Ahora me da menos cosa, tengo más años y más tablas, y me da un poquito igual, la gente puede pensar lo que quiera, yo confío en mí.
Está claro que es una ayuda, especialmente en España, que funciona mucho con enchufes. No tengo ninguna duda de que, al principio, me entrevistan porque soy la hermana de Pete Doherty, aunque espero que, después de escuchar mi música, también me quieran entrevistar porque les gusta. Pero bueno, hay que aprovecharlo (risas). Los dos estamos en este mundo y, como hermana mayor, estoy muy orgullosa de él –hay ciertas cosas de las que no, como sus hábitos y cosas así–, de su talento. Yo no pretendo llegar a su nivel, estamos en otros caminos musicales. Él no se pone tutús (risas).
¿Qué pasó con The Ezra Beats?
Que Ross Stewart se fue. Estaba en España temporalmente, creo que como todos los guiris, y volvió al Reino Unido con su familia porque tenían ganas de regresar. Fue una pena, porque todo fue gracias a él. Le echo mucho de menos, pero así es la vida. Pensamos en seguir, pero es imposible, no se puede tener una banda en la distancia. Cuando se fue, empecé a tocar sola, pero no me gustaba, es muy complicado estar sola en el escenario, necesito distracciones. Entonces conocí a Iñaki García, empezamos a tocar juntos y ahora somos AmyJo Doh & The Spangles.
Tu manager define vuestro estilo como Rock&Rollo, ¿esto qué es?
¡Sí, es eso! Hay canciones más lentas, otras para bailar, para gritar, canciones de amor, canciones de odio… Un poquito de todo. ¡Ven a un concierto y lo sabrás!
¿Y cuáles son tus influencias musicales?
¡De todo! Mucha Motown, mucho soul… Me encantan The Beatles, The Kings, Stevie Wonder, Nina Simone… Me encanta la canción Call me maybe de Carly Rae Jepsen… ¡Me encanta la música! The Bangles, Daft Punk, la música cañera, ¡todo! Depende del momento.
¿Algún grupo español?
Me encanta un grupo de rumba, Gertrudis, ¡es buenísimo! Fueron teloneros de Ojos de Brujo. Me gustan las cosas que te ponen a bailar, los ritmos felices. Me encanta el nombre de Pignoise (risas).
¿Qué resultados esperas conseguir con el disco y la gira?
De momento, nos han dado permiso para tocar y grabar un vídeo en el Museo del Jamón, así que ya he cumplido un sueño fabuloso. No tengo pretensiones, me encantaría conseguir más dinero para grabar más canciones. Pero, sobre todo, que la gente venga a los conciertos, yeah!