¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
Lo más inmediato comienza ya. El día 20 de noviembre me voy a Chile. Me voy con una productora de allí a hacer una serie documental de 12 capítulos sobre las tres carreteras míticas americanas; son más, pero vamos a empezar con tres. En este caso vamos a estar en América del Sur: la carreta austral en Chile, la ruta 40 en Argentina y la Carretera de la Muerte en Bolivia.
Son carreteras sin asfaltar en su mayoría y las van a asfaltar, así que van a desaparecer tal y como se las conoce hasta el momento, es decir, pistas larguísimas de tierra bastante complicadas en algunos puntos para ir en una moto. Como se van a asfaltar, las comunicaciones de los pueblos cercanos a esas carreteras van a ser muchísimo mejores, van a prosperar y va a cambiar su forma de vida. Hasta ahora tienen una forma de vida muy primitiva, tanto que en invierno se tienen que aguantar con lo que tienen porque el acceso es muy complicado.
Queremos llegar hasta estos lugares y conocer cómo ha vivido esta gente y qué supone para ellos que se asfalte la carretera. Buscamos mostrar y rescatar las antiguas tradiciones de estos lugares; el año pasado, cuando estuve en la carretera austral, estuve con una familia en la que el hombre era un herrero de los que trabajan con yunque y martillo. Tenía las manos como porras, le faltaban dos dedos y tenía cerca de ochenta años. Tenía la vista muy fastidiada por el calor y las partículas que saltan al trabajar el metal… Me gustaría mostrar a la gente que aún quedan personas con este tipo de oficios y tradiciones.
Además, les ayudaremos a través de cursos o actividades. Ya iremos viendo qué necesitan y en qué les podemos echar una mano.
¿En esta ocasión vas a contar con un patrocinador o solamente trabajarás para la productora?
Tengo un trabajo para la productora pero necesito encontrar patrocinadores: he de pagar el traslado de las motos; me van a pagar el trabajo que haga allí, pero he de conseguir dinero para la siguiente aventura. A través de mis perfiles de Facebook, Twitter y el blog de mi web contaré el trabajo que estamos realizando, será como el making-of de lo que se está produciendo. Se podrá ver cómo se está haciendo, para luego compararlo con el resultado final.
Para esta nueva aventura cuento con el apoyo de BMW Motorrad España, Continental, Toratech, Generali y ASM.
¿Cómo tratas con los patrocinadores y las productoras internaciones si dices que tu nivel de inglés no es muy bueno?
Mi inglés ha mejorado bastante, porque después de estar en Adelaida estuve en el resto de Australia, Estados Unidos, Canadá y Estados Unidos otra vez. Algo, después de un añito de balbucear, he aprendido… Aunque se me está olvidando porque llevo seis meses en España (risas). Tengo una aplicación en el móvil, hecha por españoles, y de vez en cuando refresco y aprendo un poco más. No creo que el no saber inglés sea una excusa válida para no viajar: lo básico se sabe transmitir; con señas se puede comunicar (risas).
¿Te estás preparando físicamente para este nuevo viaje?
Sí, claro… Y psicológicamente también (risas). Va a ser duro, porque es hacer un viaje trabajando. Hay que convivir con otras personas a las que a lo mejor no les gusta llenarse de polvo; va a ser toda una experiencia.
¿Cuántos vais a ir?
Somos cuatro, muy pocos, pero si pudiéramos ser tres seríamos tres. Somos cuatro porque hay que llevar las cámaras y los trípodes en una furgoneta. Somos dos copresentadores: un chileno, Andrés Pérez Ramírez, y yo. Es el punto de vista de un hombre y una mujer, es una coproducción y queríamos que fuese así desde la base.
Además de nosotros dos, vienen dos cámaras que supongo que se irán turnando para conducir la furgoneta. Es lo mínimo para hacer algo de calidad, no un viaje más con una cámara. Uno de los cámaras, que es español, es director de fotografía, así que captaremos buenas imágenes. Creo que hemos conseguido condensar muchas cosas para hacer algo bueno.
Me recuerda mucho al programa documental que hicieron Ewan McGregor y Charley Boorman…
Ojalá. En Long Way Round iban con un camión, cuatro cámaras y hasta con un helicóptero (risas). En la segunda edición, en Long Way Down, lo suyo era aventura pura y dura. Es distinto a lo nuestro, ellos son dos hombretones con unas máquinas que luchan para llegar a la meta. En el nuestro hay más contenido: está la aventura de la moto, las pistas difíciles, el intentar llegar a la meta, etc, pero también conoceremos tradiciones y costumbres de las gentes que viven allí. Va a tener más contendido que lo de Ewan McGregor y además, Andrés también es muy guapo (risas).
¿Has escarmentado de las malas experiencias de tu anterior viaje? ¿Vas a llevar una buena caja de herramientas?
Espero que sí (risas). Espero llevar todas las herramientas que necesite. En lo que sí he escarmentado es en no llevar peso de más. No voy a llevar las cosas que no haya utilizado en el anterior viaje, porque las maletas están llenas de “por si acasos”… Además, va a ser menos tiempo esta vez.
He visto que también has dado alguna charla en cárceles…
Sí, y voy a dar otras tres charlas. Por casualidades de la vida y a través de la Sociedad Geográfica Española –de la que soy socia– conocí a Jorge de la Hidalga, fundador de la Fundación Maná que se centra en la ayuda a la reinserción de presos. Me propuso dar una charla en una cárcel de Navalcarnero y como yo ya estaba dando charlas a motoristas y en empresas, me animé.
Supuso para mí un reto, porque iba a hablar de mi viaje a gente que está encerrada entre cuatro paredes, y muchos llevan años. Era un salón de actos de 500 personas, y todos los presos que querían podían asistir. Pregunté dos veces a dos convictos los motivos de su encarcelamiento, y después prefería no preguntar, prefería no saberlo (risas)… Además todos decían que no eran culpables.
Al margen de todo eso, fue una experiencia muy buena y me hicieron preguntas muy interesantes. Estuvieron todos callados y atendiendo, algo que me gusto más aun cuando me informaron de que allí el que quiera se levanta y se va.