¿De dónde surge la idea de escribir este libro?
Este libro nace de uno anterior. Miguel Ángel Mateo y yo escribimos Historia del fútbol, y como nos quedamos con ganas de reflejar algo más sobre los mundiales, y sobretodo el último que ganó España, pensamos que era una buena idea escribir este libro.
¿Cómo es escribir a dos manos?
Tiene ventajas e inconvenientes. Partimos de una idea común y, aunque cada uno tiene su estilo, nos coordinamos bastante bien y tomamos decisiones conjuntas para que el libro tenga unidad. Leo todo lo que escribe Miguel Ángel y él lee todo lo que escribo, para poder corregir, sugerir, añadir, etc.
¿Qué peculiaridades tiene este libro respecto a otros de la misma temática o deporte?
Es un libro escrito por dos apasionados, no sólo del fútbol sino de las lecturas sobre fútbol, y eso es algo que el propio libro traspira. Se trata de un libro muy documentado, ambicioso y denso. Hemos procurado que también sea divertido y exhaustivo sobre la historia de los mundiales desde 1930 –cuando se celebra el primero, en Uruguay– hasta el pasado Mundial de Sudáfrica. Se incluye también un último capítulo, centrado en Brasil 2014.
¿Cómo habéis conseguido que el prólogo lo escriba el seleccionador español de fútbol?
Es algo que hay que anotar en el haber de la editorial. Fueron ellos los que se pusieron en contacto con Vicente del Bosque, una persona de una amabilidad infinita que accedió a ello y dota de más valor el resultado final.
El libro incluye muchos enlaces a vídeos de internet…
La lectura sobre fútbol parte de una realidad: el propio deporte. Lo más importante en el fútbol son los futbolistas, todo lo demás es algo secundario. Todos tenemos una memoria frágil y si, por ejemplo, hablamos del Argentina-Holanda de 1974, partido mítico en el que Holanda le dio un repasos a Argentina, el lector puede encontrar imágenes en internet todo aquello a lo que nos referimos.
En la contraportada del libro se señala que se ha celebrado más mundiales que internacionales obreras, concilios, Juegos Olímpicos… ¿Es más importante el fútbol que la religión o la política?
(Risas) No. El fútbol es, como se dice habitualmente, lo más importante de las cosas poco importantes; ese es su lugar. El fútbol nos transporta a la niñez: cuando vemos un partido volvemos a ser niños ilusionados con una victoria, a veces, de manera irracional. Además, en los mundiales de fútbol encontramos la posibilidad de ver a los grandes jugadores, todos juntos, en una misma competición. A veces ocurren jugadas maravillosas, como aquella de Maradona en 1986 o el gol de Pelé en 1958.
En cualquier caso, al fútbol hay que darle la importancia que tiene: es algo lúdico y muy divertido pero, evidentemente, hay cosas que están por encima.
¿De dónde nace el estilo de juego de toque que caracteriza a la selección española?
Si hay que atribuirle un padre al estilo actual de la selección española, ese es Luis Aragonés. Tuvo la valentía de optar por este tipo de juego en 2008 y salió vencedor. Si Cesc no llega a meter el penalti, otro gallo cantaría. La línea entre la victoria y la derrota es muy débil; si se hubiese fallado el penalti lloverían las críticas de siempre.
Reduciendo mucho las cosas hay dos grandes estilos en el fútbol: el estilo escocés, el del juego de toque, frente al estilo inglés, el juego de pase largo o regate. Los escoceses llevan a América el passing game, el juego de combinaciones cortas para que todos los jugadores avancen por el campo como equipo, es el que triunfa en Argentina y en Brasil. En Europa ha habido diferentes variantes, pero quizá destacan la selección austriaca de los años 30, el Wunderteam, y la Hungría de los años 50 de Puskas. Ya luego sublima este estilo, con otras variantes, el Ajax y la Holanda de 1974, y Arrigo Sacchi con el Milan de finales de los 80. En cualquier caso, la que se considera el máximo exponente de este estilo, y por muchos la mejor selección de la historia, es la Brasil de 1970.
En España, el estilo escocés lo implanta Johan Cruyff, en el Barcelona de principios de los 90. Gracias a él hemos podido resolver esa ecuación que planteó César Luis Menotti: España tiene que decidir si es toro o torero. Siempre ha querido ser toro pero es más torero, por contar con futbolistas de clase y menor físico.
Creo que fue una conjunción de cosas, y del azar, que en la Eurocopa de 2008 triunfase ese tipo de fútbol. Aun así, ese estilo lo habían practicado Cruyff, Frank Rijkaard con otras variantes o Jorge Valdano en el Real Madrid, y finalmente fue Pep Guardiola, con la suerte de contar con tres o cuatro jugadores en el mejor momento de su carrera (Messi, Iniesta, Xavi…), quien lo llevó a las cotas más altas en el Barcelona.
¿Cómo ha evolucionado el fútbol y la organización de los mundiales?
En los aspectos puramente deportivos, el fútbol ha evolucionado muchísimo: profesionalización, internacionalización, han mejorado las tácticas, las estrategias, etc. Creo que lo que más ha cambiado es que todos los futbolistas son más técnicos; los delanteros siempre fueron malabaristas del balón, pero de medio campo hacia detrás, hace treinta o cuarenta años, los defensas era inferiores técnicamente que los actuales.
En lo que se refiere a lo que rodea al fútbol, la transformación ha sido absoluta: ha pasado de interesar a una parte de la población de ciertos países a ser, sin duda alguna, el espectáculo que concita mayor atención en todo el mundo.
¿Por qué crees que ha sido así?
Es un misterio. Parece que es un deporte con reglas muy sencillas que, salvo en Estados Unidos, a todo el mundo convence. Tal vez, la propia sencillez es la fuerza del fútbol. Comparado con el baloncesto, por ejemplo, es mucho más sencillo. En el baloncesto se para mucho el juego, el entrenador influye casi en cada jugada, hay mucha más estrategia, etc.
El fútbol tiene multitud de variantes de estrategia, pero es muy fácil de entender. Quizá lo más complicado es la regla del fuera de juego, de resto, no hay que entender mucho más para que el espectador pueda disfrutar de un partido de fútbol.
¿Se juega un fútbol mejor que el anterior? ¿Se ha llegado a la máxima expresión o va a haber un paso más?
No lo sé, es muy difícil. Los avances serán menores, pero eso es algo que pasa en todos los campos. Al principio el recorrido es muy amplio porque hay mucho donde avanzar, ahora los jugadores están profesionalizados y de la cantidad sale la calidad, puesto que, actualmente, hay una cantidad enorme de chavales que juegan al fútbol en muchos países. No creo que se haya tocado techo, seguirá evolucionando, seguirá habiendo variantes, seguirá habiendo grandes jugadores… Siempre se piensa que ya no hay grandes jugadores, que los grandes jugadores eran los del pasado. Creo que eso responde a la añoranza de las personas de edad, entre las que me incluyo (risas). Para mí Maradona, a quien disfruté cuando yo tenía veinte años, es el mejor, pero es muy difícil afirmar quién es el mejor ¿Cómo se mide, por un partido, una jugada? Yo los mido por la impresión subjetiva que me han causado.
¿Se está politizando el fútbol?
Desde que el fútbol tiene un interés social, está fuertemente politizado. Solo hay que ver los palcos de los estadios; en cuanto hay un partido de cierta importancia los políticos se pegan por salir en la foto. No es una cosa de hoy, Mussolini utilizó en su beneficio el mundial de 1934 que ganó Italia; el mundial de Argentina 1978 fue absolutamente vergonzoso, la dictadura militar lo usó en su beneficio, a veces con el silencio de los países democráticos occidentales y de la FIFA.
Es inevitable. A veces es una utilización innoble, indeseable muchas veces, pero es difícil que los políticos y los grandes intereses empresariales no usen el fútbol. Sería muy ingenuo pensar que no hay intereses en algo que mueve miles de millones de euros, lo malo es cuando se utiliza de una manera grosera.
¿De qué equipo eres? ¿Qué locuras has hecho por el fútbol?
Soy forofo, pero veo más partidos en la televisión que en el campo. No he hecho ninguna locura por el fútbol, pero cuando llegan los mundiales hago lo que sea por ver todos los partidos; procuro planear mi vida social y familiar conforme a los horarios de los partidos. Hago un poco lo que hace Eduardo Galeano, que cuando llega el Mundial pone un cartel en la puerta de su casa en el que se lee “Cerrado por Mundial” (risas).
Tengo afectos por algunos equipos más que por otros, pero cuando uno escribe de fútbol eso es irrelevante (risas).
¿Qué goles marcados en un Mundial destacarías?
El gol de los goles es el de Maradona en 1986, por muchas cosas: por el propio gol y porque es una jugada muy difícil: es casi impensable, en unos cuartos de final de un campeonato del mundo, regatear en once segundos a tantos jugadores ingleses y marcar gol; y por la significación política que tenía, ya que aun estaba reciente la Guerra de las Malvinas. Unos días después, Maradona marca otro gol, menos recordado, pero que es otro de los grandes goles de los mundiales: en mucho menos espacio de campo, frente a Bélgica, “hipnotiza” a cuatro jugadores y marca.
Recuerdo también un gol de Dennis Bergkamp en 1998 frente a Argentina, que tras un pase larguísimo, creo que de Frank de Boer, duerme la pelota con un pie, le hace un regate a Ayala y marca. También está el gol de Michael Owen en ese mismo Mundial, también contra Argentina. Tenía solo 18 años cuando lo marcó y parecía que iba a ser un grandísimo jugador, aunque luego se quedó en un buen jugador. Por supuesto, no hay que olvidar el gol que marca Pelé en 1958 a Suecia, que hace dos sombreros en el área.
Hablas mucho de Maradona, ¿cuáles son los grandes jugadores de la historia del fútbol?
En cada época hay grandes jugadores, Es difícil saber cuáles son los mejores, porque de épocas antiguas no hay registros videográficos. En la época moderna, el primer jugador de talla universal es Alfredo Di Stéfano, pese a que no jugó ni un Mundial porque en 1958 España no participa y en 1962 estaba lesionado. Luego viene Pelé, que ha ganado tres copas del mundo. Después encontramos a Johan Cruyff, que podría ser el mejor jugador europeo que ha habido jamás, pese a que con 27 años pasó a ser un jugador secundario. Indiscutible está Maradona, que pese a que su carrera es larga, su gran época es la del Nápoles y el Mundial de 1986. En el Mundial de 1990 hace una gran jugada frente a Brasil, pero ya es un Maradona lastrado por el tiempo.
Esos son los cuatro jugadores que, en general, han quedado como referentes. Personalmente añadiría a Zico, a Ronaldinho y a Ronaldo, que si no llega a ser por la lesión de rodilla podría, no sólo ser considerado el mejor delantero centro de todos los tiempos, que lo es, sino el mejor jugador. Entre los actuales, Lionel Messi en efectividad es único, pese a que ha hecho un mal año y plásticamente está por detrás de Pelé o Maradona. Respecto a Cristiano Ronaldo, con un físico portentoso, se ha convertido en un obseso por superar a Messi, y puede que al final entren los dos en ese Olimpo de grandes jugadores.
Te voy a decir un once ideal con jugadores nacidos a partir de 1960, porque no puedo hablarte de cosas que casi no he visto (risas). Iker Casillas de portero, Cafú de lateral derecho, de centrales a Franco Baresi y Ronald Koeman, y de lateral izquierdo Paolo Maldini, aunque Roberto Carlos era más espectacular. En el centro del campo a Zidane y Xavi Hernández, y luego una línea de tres muy ofensiva con Messi, Ronaldinho y Maradona. De delantero centro a Ronaldo. Puede que por cómo está jugando Cristiano Ronaldo, quitase a Ronaldinho y pusiese al portugués.
¿Se crean demasiadas expectativas, en cuanto al juego, en las finales de los mundiales?
Es cierto que ha habido finales muy malas. El último gran Mundial fue el de 1986, desde entonces no ha habido un gran Mundial. El de 1930 es horrible, el de 1994 es muy flojo, sube un poco el nivel en 1998, y los de 2004 y 2008 se mantuvo un poco el nivel.
¿Cómo de dura va a ser la caída cuando la selección española pierda?
Evidentemente España no puede ganar siempre. Un chaval de doce o catorce años siempre ha visto ganar a la selección, y encima los equipos españoles suelen estar en las finales de las grandes competiciones europeas, pero no siempre es así.
Creo que si España juega bien y cae por penaltis o en unas semifinales, no pasará nada. Pero si sucede de otra manera, porque puede que ser que en este Mundial nos vayamos en la primera fase, pasaremos del blanco al negro: los jugadores son unos fracasados, el entrenador es malísimo, etc.
¿Cuántos partidos tienes grabados?
Muchos, en VHS y en DVD (risas). Pero ya no es necesario, en internet puedes encontrar todo, menos el Mundial de 1930, lógicamente (risas). La memoria es terrorífica, engaña mucho, y hay que documentarse a través de imágenes y de textos.